Un
escritor de novelas negras, firmadas por otro, parece el mejor
candidato para aprendiz de detective. Y si además dispone de una
intuición que le avisa y ayuda en la resolución de los casos, se
trata del personaje protagonista de esta hilarante, a la par que
satírica, trama premiada con el Ateneo de Sevilla del 2013.
Pero,
como queda registrado en nuestro refranero: “Cuando falta la piel
del león es menester servirse de la del zorro”, es decir, no sólo
de intuición se alimenta un detective. Necesita de la lógica y la
deducción, y para este fin, nada mejor que aprender ajedrez. Y el
maestro será el mejor de su profesión, profesional e infalible,
además de seductor al más puro estilo Bertin Osborne.
Al
libro que tiene entre las manos, no le falta detalle: una España
criminal, el absurdo dirigiendo el futuro del país y un par de
héroes esperpénticos intentando enmendarlo. ¿Le resulta familiar?
No hay comentarios:
Publicar un comentario